miércoles, 1 de septiembre de 2010

Otra gira con Mijailovich (2009)

Flora tocó el domingo en Oaxaca, adonde tuvimos que volar, pues el sábado en la noche se presentó en la Sala Blas Galindo. El Teatro Macedonio Alcalá es una joya que en estos días celebra su centenario,pero Harp Heliú no se ha decidido a donar un piano Steinway de concierto, y cuando Flora estaba por terminar "Un vals" se zafó el pedal del Baldwin y hubo que bajar el telón para que los técnicos lo volvieran a montar. Por lo demás, el recital salió muy bien, pero sólo había unas treinta personas en el teatro, la mayoría extranjeros, aunque vi también a una abuela con dos chicos, y es que cobraban cincuenta y cien pesos y así no hubo estudiantes.
El domingo a mediodía comimos en la Casa de la abuela, un restaurante que da a la plaza donde tocaba una banda. No vimos ninguna publicidad y tampoco en el hotel. Lo bueno es que le pagaron diez mil quinientos pesos, de los que tuvimos que deducir los gastos --boletos de avión y autobús, comidas y el hotel. Con eso sacamos también los gastos del D.F., pues el recital en la Sala Blas Galindo no se lo pagaron y ahí tuvimos que pagar una suite en el Gillow. Por cierto, el afinador iba a ir a las cinco, pero llegó a las seis y a las siete todavía tenía el piano desarmado y lo montó precipitadamente cuando el público ya estaba entrando. Flora no quedó satisfecha con su trabajo, pues se lo dejó "chicloso" y con el teclado así se cansó mucho. El recital lo grabó Radio educación y también el CENART... y la verdad el resultado no difiere de la grabación que ya había hecho Tele UV unos meses antes.
Toda esta gira se arregló a última hora y no es extraño por eso que no pudieran pagarle en el CENART; yo traté de arreglar algo con el ISSSTE, pues un año antes Flora había tocado 2 veces en el Teatro de la Ciudadela, pero ya no estaba a cargo de estas actividades la misma profesora, y con el que la remplazó no se pudo concertar nada ni tampoco con el director general, que no nos contestó.


Esos días en el D.F. y Oaxaca fueron muy cansados, pero aprovechamos para ir al cine a ver "El casamiento de Raquel" con Anne Hathaway y "El lector" con Kate Winslet. Además, nos dimos el lujo de comer escamoles en la Hostería Santo Domino y pato en el restaurante de la Casa de Francia. El mejor recital fue el del Teatro Clavijero, en Veracruz, pero ahí tuvimos otros líos, porque ese recital también se tuvo que arreglar de improviso, y Fomento cultural nos dijo que ellos ponían el teatro, pero no tenían para cubrir los gastos de afinación (2 mil pesos) y personal (edecanes, tramoyistas, etc), que era un total de 5 mil pesos, y se los tuve que pedir a la Subsecretaría de Desarrollo Educativo, al ayuntamiento y al sindicato de la universidad... Al final, los pagó el IVEC . Unos días antes no sabíamos si alguien pondría la plata. Los del ayuntamiento no quisieron apoyar, y aunque Flora le escribió a Ainara Rementería ni siquiera le contestó; el secretario general del sindicato salió con que ellos ponían tres de los cinco mil que se requerían. El Subsecretario pidió la factura, pero en eso llamaron del IVEC y se la mandaron a Villasana. Así anda esto de la cultura. Flora tenía que ir a Los Angeles, donde el consulado le arregló tres recitales, que luego se redujeron a dos, y todos los recitales en el país se arreglaron de paso. Se suponía que ellos le pagarían todos los gastos durante su estancia y el transporte, pero luego le explicaron que en estos casos la Secretaría de Relaciones exteriores sólo paga boletos desde México, así que faltaba el boleto de París a México que finalmente consiguió con el rector; por eso pensamos que podría ofrecer un recital en el Teatro del estado, pero no se pudo y se presentó en el auditorio del Instituto Superior de Música, adonde no acudió mucha gente.
Después de Oaxaca, Flora voló a Los Angeles invitada por los consulados, que por cierto tuvieron que alquilar un piano para que tocara en la biblioteca pública de Oxnard y el Ruskin Art Club.

Publicado en El jardín secreto (Periódico de la Escuela de escritores Sergio Galindo, reconocida por la SOGEM), julio 2010.

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